Quién más, quién menos, todos hemos sentido ese molesto

ardor en la boca del estómago. En esta nota, cuáles con las

causas y qué significa la acidez.

Todas las personas han padecido, en algún momento, la

sensación de ardor en la boca del estómago. Algunas con mayor

intensidad -y mayor duración- y otras muy ocasionalmente. Esa

desagradable molestia que denominamos

acidez no constituye en sí misma una

enfermedad, pero podría indicar en

algunos casos la existencia de un

problema mayor.

Técnicamente, los médicos señalan

que la acidez estomacal tiene una

explicación simple: ocurre cuando el

ácido gástrico que participa del

proceso de digestión en el estómago,

sale de donde actúa y sube hasta el esófago. Allí, fuera de los

tejidos que lo contienen y aíslan, produce esa molesta

sensación.

El fenómeno se da, habitualmente, por un funcionamiento

defectuoso del denominado esfínter interior del estómago,

encargado de que el ácido permanezca donde está. Cuando ese

esfínter no se cierra bien o cuando se abre en demasía o cuando

existe una secreción gástrica superior a la normal, el ácido se

desplaza normalmente hacia el esófago.

Pero además, existen enfermedades que tienen a la sensación

de acidez como uno de los síntomas de su ocurrencia, por lo

que sentir ese ardor puede estar indicando tanto una mala y

excesiva alimentación como un problema cardíaco.

Dilucidar lo que provoca la acidez, entonces, es tarea de un

profesional, quien podrá detectar las causas de la molestia luego

del interrogatorio clínico y de los correspondientes exámenes

médicos.

Causas y síntomas

Como mencionamos antes, el encargado de dilucidar a qué se

debe la acidez es el médico. Cuando esta es parte de los

síntomas de una enfermedad (que puede ser angina de pecho,

úlcera péptica, hernia de hiato), el tratamiento se orientará a

encarar la dolencia y con ello desaparecerá el síntoma (el ardor

del estómago en este caso).

Desde luego que la reiteración de los cuadros de acidez ya

puede ser un indicio de lo que le está sucediendo a una persona

(es decir que se presentan síntomas de un problema mayor, por

lo que la consulta al profesional debe

ser inmediata). Pero no siempre todas

las personas presentan los mismos

síntomas con igual dolencia, de modo

que una angina cardíaca podría no

presentar necesariamente un cuadro

de acidez y sí de molestia en el pecho.

Por otra parte, cuando las molestias en el esófago no

constituyen un síntoma -y tienen que ver, lisa y llanamente, con

el funcionamiento del esfínter interno del estómago y la

secreción gástrica- las recomendaciones de los médicos pasan

por controlar la alimentación: no comer en exceso, no ingerir

bebidas alcohólicas ni alimentos ácidos, constituyen el comienzo

del combate contra la acidez. También el cigarrillo es perjudicial

ya que el tabaco puede provocar el mal funcionamiento del

esfínter interior del estómago.

Paralelamente, la obesidad también predispone al individuo para

sufrir de acidez. En este caso quemar grasas, particularmente en

la zona abdominal, es uno de los primeros pasos para combatir

esa molestia.

Y, en general, para combatir esos molestos cuadros de ardor en

la boca del estómago se recomienda una dieta natural,

moderada y equilibrada, antes que la ingestión de pastillas o

medicamentos de libre venta, que sólo alivian temporariamente