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En todos los atados o cajas de cigarrillos se enumera una Ley, o se dice que es PERJUDICIAL PARA LA SALUD. Pero no se dice en qué la perjudica. En esta página, sí. Enfermedades relacionadas con el TABAQUISMO Cáncer La mortalidad anual por cáncer debido al cigarrillo es del 30% (sobre el total de todas las muertes producidas por esta enfermedad). El hábito tabáquico es responsable por el aumento de mortalidad por cáncer en general. El cáncer de pulmón ha crecido un 250% desde 1950 hasta 1992. Existe una relación causal entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón tanto para el hombre como para la mujer. También se comprobó la relación causal del cigarrillo con el cáncer en la cavidad oral, laringe, esófago, vejiga, riñón, estómago, páncreas, cuello uterino y sanguíneos. El humo del cigarrillo es una mezcla compleja de más de 4.000 componentes, muchos de ellos, mutagénicos y carcinogénicos. Se ha demostrado que su aplicación tópica en la tráquea de animales desarrolla cáncer. La más grande acción cancerígena del tabaco se encuentra en los órganos directa mente expuestos al humo (mucosa tráqueo-bronquial), pero también existe esa acción en órganos no expuestos. Cáncer de pulmón: es la principal causa de muerte por cáncer. Dos tercios de los casos se presentan en hombres. El dramático incremento del 250% es paralelo al crecimiento del consumo de cigarrillos. Actualmente las cifras decrecen un poco en hombres y aumentan en el caso de las mujeres (5% por año). Desde 1987 son más las mujeres que han muerto por cáncer de pulmón que por cáncer de mama. El riesgo de los dos sexos es directamente proporcional al número de cigarrillos fumados por día y a la duración del hábito. La cesación del hábito reduce el riesgo en forma significativa. Cáncer laringeo: es un cáncer no demasiado frecuente que reconoce al tabaquismo como principal agente causal. El fumador tiene diez veces más riesgo que el "nunca fumador" y este riesgo declina luego de cuatro años de cesación. El alcoholismo concomitante es un factor de riesgo independiente y agregado. El mecanismo de acción es el contacto directo de humo con la laringe, especialmente en las zonas glótica y supraglótica. Cáncer de la cavidad oral: el tabaco es causante de cánceres de células escamosas (similares a las pulmonares) en lengua, glándulas salivales, cavidad bucal y faringe. El riesgo se reduce al 50% luego de cinco años de abstinencia y también es potenciado por el consumo de alcohol. Cáncer esofágico: el 80 % de los casos de cáncer esofágico son atribuibles al tabaquismo. Esta enfermedad es predominante en hombres y tiene gran variación regional. También en este caso el riesgo está potenciado por el consumo de alcohol. Otros tipos de cáncer: el hábito tabáquico contribuye claramente en la generación de cáncer de la vejiga y del riñón. El 12% de las muertes por cáncer urinario son atribuibles al tabaco. Los estudios demuestran que el 30% de los casos de cáncer pancreático se deben al cigarrillo y el riesgo de padecerlo es en un fumador el doble que en el no fumador. Los carcinógenos están probablemente vehiculizados por la sangre o la bilis. La relación con el cáncer de estómago es consistente pero más débil. Aunque los componentes mayores en el cáncer cervical son los factores sexuales, se ha demostrado un incremento de este tipo de cáncer en mujeres fumadoras. El cigarrillo es un factor de riesgo independiente para este cáncer. Estudios recientes han demostrado derivados carcinogenéticos del tabaco en mucus cervical de mujeres fumadoras. Hay evidencia acumulativa que indica la asociación del tabaquismo con cánceres del sistema hematopoyético, es decir aquel sistema del que depende la producción de los glóbulos rojos y blancos que circulan en la sangre. El riesgo de leucemia mieloide es el triple en fumadores y el de leucemia linfática el doble. También ha sido encontrada en los fumadores mayor incidencia de cánceres ano-genitales (ano, pene, vulva) y cáncer hepático, aunque en este último caso puede haber factores de concurrencia con el alcoholismo. Enfermedad pulmonar El rol del tabaquismo en la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC) ha sido definitivamente esclarecido. La EPOC es el daño obstructivo
persistente de las vías aéreas. El primer grado de la EPOC Mecanismos de acción: en las vías periféricas (vale decir, en la parte interna del bronquio) genera atrofia de la mucosa por inflamación hipertrófica del músculo liso peribronquial y fibrosis. En los alvéolos lleva a la destrucción de los mismos y de la estructura fibroelástica que los rodea. Produce, además, un daño severo en la estructura inmunológica del pulmón que impide la defensa del mismo de los agentes externos. La alteración de la función pulmonar ocurre luego de un período de latencia clínica. Los síntomas tales como tos, flema, sibilancias y disnea o
fatiga están en relación con el número de cigarrillos fumados, pero existe una
considerable susceptibilidad individual. La enfermedad pulmonar Tabaquismo pasivo, una enfermedad familiar: el hábito tabáquico de los padres influye en la salud de sus hijos desde el período prenatal y a lo largo de toda la infancia. Antes del nacimiento: el tabaquismo pasivo se da por la vía sanguínea. La nicotina y otros tóxicos del tabaco atraviesan la barrera placentaria. Se ha observado que las madres fumadoras tienen un índice más alto de aborto espontáneo y muerte fetal. Los recién nacidos de madres fumadoras tienen un peso
promedio Cáncer inhalatoria y proviene tanto de la madre como del padre. Los lactantes son sujetos potenciales de riesgo por tabaco ambiental ya que su aparato respiratorio está en desarrollo y es especialmente susceptible. Tres grandes estudios han demostrado aumento de la incidencia de enfermedad respiratoria y hospitalizaciones en lactantes de padres que fuman. El tabaquismo materno está fuertemente asociado a la bronquitis y neumonía del lactante y persiste hasta los 5 años. Hay estudios que demuestran la asociación existente entre tabaquismo pasivo y aumento de riesgo de cáncer de pulmón en individuos no fumadores. El riesgo de cáncer de pulmón en esposas de Enfermedad cardiovascular La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte e
inhabilitación física en la actualidad. Como se produce el daño cardiovascular La inhalación de tabaco produce efectos agudos, tales como: 1º) Estimulación del sistema simpático que causa aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial y, por lo tanto, aumento de la demanda miocárdica de oxígeno. 2º) El transporte del mismo por la sangre se halla dificultado por el desplazamiento de la hemoglobina por el monóxido de carbono en el glóbulo rojo (monóxido producido por la combustión del tabaco). 3º) Vasoconstricción de las arterias coronarias por
producción local de prostaglandinas, vasopresina y catecolaminas. La vasoconstricción es
más importante y se vuelve clínicamente ostensible en los vasos con lesiones
ateroescleróticas. Por lo tanto, éste es un segundo y temible efecto del tabaco:
alteración de la 4º) Aumento de la actividad plaquetaria con una facilitación del fenómeno trombótico que causa infarto de miocardio o formas severas de angina de pecho. 5º) Vasoconstricción de los vasos periféricos con el consiguiente aumento de la presión sanguínea y el trabajo cardíaco. 6º) Liberación de catecolaminas por la médula adrenal con una rápida producción de arritmias cardíacas graves, algunas causantes de muerte súbita en pacientes coronarios. 7º) Reducción de la capacidad de la sangre para disolver sus propios coágulos (fibrinolisis) 8º) Modificación del transporte de lipoproteínas con tendencia a aumentar el colesterol sanguíneo. El tabaquismo tiene efectos patologicos crónicos. Pero, además, posee la capacidad de producir fenómenos agudos por aumento de la vasocontricción coronaria y la agregación plaquetaria (desencadenando espasmos coronarios y coagulación intraarterial inatantanea). Estos fenómenos producen infarto, angina de pecho o muerte súbita. Por esta razón, no es posible hacer un pronóstico de vida confiable en los pacientes fumadores, aun cuando sus exámenes de laboratorio o instrumentales sean normales. Riesgo en los sujetos que abandonan el tabaquismo: ha sido demostrado en dos grandes estudios multicéntricos primero en hombres y luego en mujeres, que luego de la cesación el riesgo cardiovascular se equipara al del que nunca fumó en un lapso promedio entre 2 y 4 años. El riesgo se reduce de igual manera en todos los grupos de edad. Enfermedad cerebrovascular: se debe a una falta de irrigación
transitoria o definitiva de una porción de la masa cerebral que causa los conocidos
cuadros de hemiplejía, apoplejía, paraplejía, paresias, etc. La causa de estos cuadros
es la ateroesclerosis, estenosis y trombosis de los vasos arteriales que irrigan el
cerebro. Estos vasos (carótidas , arterias cerebrales, etc.) sufren el mismo proceso
descripto para las arterias coronarias. Enfermedad vascular periférica: el hábito de fumar cigarrillos está muy relacionado con la enfermedad conocida como claudicación intermitente o "enfermedad de las vidrieras", que se caracteriza por el dolor en uno o los dos miembros inferiores al caminar, lo que obliga a detenerse. El grado extremo de esta enfermedad implica lesiones del pie y gangrena del miembro, que obliga a su amputación. Esta enfermedad es mediada por la lesión ateroesclerótica de las arterias de los miembros. Es interesante observar que el cigarrillo ejerce un riesgo proporcionalmente más fuerte que en otros sistemas. Del mismo modo la cesación produce regresión de los síntomas y mejoría de la enfermedad cuando ésta no es terminal. El pronóstico de la cirugía paliativa de esta enfermedad es mucho mejor si se acompaña de cesación tabáquica. Hipertensión arterial y tabaquismo: estudios epidemiológicos demuestran que la presión arterial promedio en tabaquistas es mayor que en no tabaquistas. Se ha demostrado del mismo modo un aumento agudo de la presión arterial luego de fumar un cigarrillo. Fumar dos cigarrillos produce aumento de presión, frecuencia cardíaca y del ACTH, cortisol, aldosterona y catecolaminas plasmáticas. fumadores es 30% mayor que en esposas de no fumadores.
¿ALGUNOS MOTIVOS PARA DEJAR DE FUMAR?
Evitará enfermedades cardíacas producidas por el tabaquismo Algunos componentes del cigarrillo Existen 4.000 agentes químicos en un cigarrillo, y 43 de ellos son muy tóxicos. Algunos son: Acetona: utilizado como quita esmalte y también como pegamento. Amoniaco: se usa como útil de limpieza. Arsénico: veneno potente. Benzeno: Disolvente químico, que produce desde ligeras molestias en lavista, dolor de cabeza, anemia, fatiga y hasta cáncer o malformaciones en el feto, pues actúa sobre las células de la sangre, causando aberraciones cromosómicas, disminución de leucocitos, plaquetas y leucemia. Butano: utilizado para combustible. Cadmio: la base de ciertos tipos de bacteria. Monóxido de Carbono: un tóxico muy potente. Cianuro: uno de los venenos más fuertes. Cianuro de hidrógeno: el agente de las cámaras de gas. Polonio 210: un residuo nuclear. Tóxicodependencia Además de los componentes psicológicos de la adicción tabáquica, la mayoría de los tabaquistas presentan una verdadera adicción a la nicotina. La Organización Mundial de la Salud describe la drogadependencia como "un tipo de conducta en la cual el uso de una droga psicoactiva recibe mayor prioridad sobre otras conductas que antes tenían valor sobre aquella". Una droga es una sustancia química que tiene efectos sobre la función física y no es un componente de alimentos ni es requerida para la vida normal: la nicotina es una droga. La nicotina es uno de los determinantes de la adicción tabáquica, pero es obvio que la adicción es un proceso mucho más complejo, donde hay un interjuego de lo farmacológico, lo psicológico y lo social. Los fumadores relatan efectos positivos del tabaco como relajación, placer, lucidez, mejoría en la atención y capacidad para realizar ciertas tareas. También relatan el control de estados emocionales adversos
como la ansiedad, el estrés o la acción frenadora del apetito que ayuda a controlar el
peso. No está claro si la sensación de placer depende Efectos farmacológicos de la nicotina La nicotina es una amina terciaria presente en el humo del tabaco que, al ser inhalado, entra en el pulmón y de allí pasa a la circulación sanguínea. Una vez en la sangre sube rápidamente y alcanza su pico al terminar el cigarrillo. Está estimado que desde que ocurre la "pitada" hasta que la nicotina llega al cerebro pasan sólo 19 segundos. En el cerebro va decayendo su concentración durante 20 o 30 minutos, mientras se distribuye en otros órganos. Esta absorción primaria en el cerebro produce la conducta de reforzamiento de origen farmacológico. La nicotina se fija en los receptores nicotínicos presinápticos y produce liberación de neurotransmisores, como acetilcolina, norepinefrina, dopamina y serotonina. La consecuencia fisiológica es la activación nerviosa simpática. Los efectos que impulsan a incorporar más droga dependen de los neurotransmisores, mientras que el placer y la anorexia parecen depender de dopamina y norepinefrina. La reducción de la ansiedad y la tensión parece deberse a la liberación de betaendorfina. La nicotina acelera el metabolismo y produce aumento de la lipolisis con liberación de ácidos grasos al torrente sanguíneo y reducción de peso corporal (este podría ser un factor más que explique el aumento de peso cuando se deja de fumar). Tolerancia y abstinencia La exposición prolongada y repetitiva a la nicotina produce neuroadaptación por aumento de los receptores cerebrales de nicotina (tolerancia). La tolerancia tiene un desarrollo a lo largo del día y disminuye en las horas del sueño. Esta neuroadaptación o tolerancia es la que puede generar síntomas si se produce suspensión brusca del tóxico. Los síntomas descriptos son insomnio, irritabilidad, ansiedad, impaciencia, confusión, somnolencia y un fuerte deseo de fumar. Es importante señalar que ste síndrome de abstinencia puede presentarse o no y tener diferentes grados, pero siempre alcanza máxima intensidad a las 24 - 48 horas y va decayendo luego por un período de 1 o 2 semanas. Ha sido demostrado que el síndrome de abstinencia se debe a la nicotina y no a otro componente. Los efectos fisiológicos de la nicotina son reproducidos por el uso de esta droga en forrna endovenosa. Los adictos ajustan su conducta fumadora de acuerdo con la velocidad de la eliminación de la nicotina del cuerpo, esta es otra prueba de que esta sustancia es el real componente activo en el mantenimiento de la conducta. El fumador regula la cantidad de nicotina que llega a su cerebro, por eso al fumar cigarrillos de bajo contenido nicotínico hace inhalaciones más prolongadas. La regulación de la incorporación de nicotina se muestra claramente cuando el número de cigarrillos fumados se reduce. Cuando dicho número desciende de 40 a 5 cigarrillos, el promedio de nicotina incorporada por cigarrillo se triplica. Por lo tanto, restringir el consumo a 5 cigarrillos/día implica sólo una reducción del 50% en la exposición diaria a la nicotina. Es claro que la reducción de 40 o 50 a 15 implica una despreciable reducción de exposición tabáquica. No sorprende entonces que los cigarrillos con bajo contenido de nicotina o alquitrán no reduzcan el riesgo de enfermedad. Dependencia a la nicotina La nicotina crea una rápida y creciente adicción. El aporte regular de nicotina produce en el fumador una inmediata sensación de satisfacción. La falta de nicotina produce en pocas horas síntomas deabstinencia, tales como: nerviosismo, malhumor, agresividad, irritabilidad insomnio. Si no se reconoce ni se trata esta dependencia a la nicotina, cuando se intente abandonar el tabaco puede producirse un malestar físico que minará su motivación y puede hacer que fracase en su intento. Todo ello hace que sea difícil obtener un éxito definitivo por sí solo y puede explicar anteriores fracasos. Planilla para registrar los intentos de fumar en el día. Esta metodología intenta: 1º) Cortar la secuencia gestual y psicológica que esta íntimamente ligada al acto de fumar.- 2º) Eliminar algunos cigarrillos antes de llegar al día de abandonar el hábito.- 3º) Identificar los cigarrillos más deseados.- 4º) Descubrir y comprender, antes del dia del cese, las situaciones ambientales más peligrosas.- Confeccionar este listado desde el momento en que se inicia el plan para dejar de fumar es sumamente importante, pues se sabe que la habituación gestual y psicológica dura hasta 9 meses, mucho más que la dependencia nicotínica que desaparece en pocas semanas. Efectué fotocopias de la planilla siguiente para que no le
falten durante todos los días de preparación hasta el momento en que deja. Debe estar
siempre junto al paquete de cigarrrillos y, a cada intento de fumar debe ser llenada. Esto
corta el hábito gestual y concientiza el momento de fumar cortando la dependencia
psicológica.
Actividad en la primera semana: 1.Haga una lista de las razones, que en su caso particular, estén en favor y en contra del hábito de fumar. 2.Elija qué día va a dejar. Anótelo debajo de la lista (15 días desde este momento). 3.Haga un registro del hábito durante todo este lapso llenando la planilla de control y seguimiento. 4.Marque los cigarrillos que dejará de fumar la próxima semana (siempre los poco deseados). 5.Repita todas las noches por lo menos 10 veces una de sus razones para no fumar más cigarrillos. 6.Haga publica su decisión de dejar de fumar, comprométase con su familia y sus amigos en que "esta vez es definitiva". 7.Pida a su mujer, a una amiga o amigo que lo acompañe en sus actividades; coma bien, vaya al cine o al teatro, haga ejercicio, de largas caminatas y beba moderadamente. 8.Si está deprimido, ansioso, o con cualquier otro problema. Comunique sus síntomas. 9.Mantenga en su recuerdo continuamente los elevados riesgos de fumar cigarrillos. 10.Durante este lapso fortifique su decisión de dejar de fumar. Investige sus motivaciones y dificultades y tome nota de ellas. Actividad en la segunda semana: 1.Durante los tres primeros días de la semana elimine los cigarrillos "poco deseados", no deje de anotar en la planilla cada cigarrillo suprimido. 2.El resto de la semana, elimine también los cigarrillos "moderadamente deseados" 3.Confirme la fecha en que dejará totalmente de fumar, este es el momento de modificarla si por algún motivo así lo prefiere. En caso de tomarse un mes las indicaciones de la 2ª semana serán para los últimos quince días. 4.Comunique cualquier dificultad que prevea para el momento en que dejará de fumar totalmente. 5.Perfeccione y profundice durante esta semana el cambio de hábitos, camine mucho, báñese con agua caliente repetidas veces, gratifíquese en cosas que siempre deseo hacer y está postergando. 6.Trabaje, ocupe su tiempo en tareas no relacionadas con fumar ( por ejemplo deportes, o juegos de salón en donde no se fume). 7.Comience a hacer notar entre sus conocidos que, a partir de esta semana, sus relaciones con el cigarrillo no serán neutrales. Comience a guardar o regalar ceniceros, encendedores y todo lo que tenga relación con el cigarrillo. 8.No permita que fumen en su presencia, - "estoy dejando"....-, se lo perdonarán. 9.Respétese, si logra dejar de fumar, otros logros tan importantes como este lo esperan. En el día elegido, levántese con un poco de tiempo. Trate de
levantarse un cuarto de hora o media hora antes de su horario habitual. Necesita un poco
más de tiempo para emprender esta jornada difícil. Para que el ex fumador se mantenga no fumador toda su vida, es necesario que adquiera ante el hábito una actitud firme de oponerse a él; esta actitud no tiene que ser expresamente de lucha pero si debe ser de inalterable y persistente oposición. El ex fumador se siente mucho mejor. Por eso le sobran razones para no desear volver atrás. En lugar de olvidarse de las motivaciones que lo llevaron a dejar de fumar debe recordarlas y compararse con los fumadores para tener todos los días evidencias de las ventajas obtenidas. La actitud frente al hábito debe manifestarse en algunas reglas de conducta para el resto de su vida: 1.Nunca ofrecer cigarrillos a nadie, no poner cigarrillos cuando se tienen invitados a comer, resulta tan hospitalario como ofrecerles veneno para ratones. 2.Nunca comprar o llevar cigarrillos para nadie, si alguien los pide habrá que explicar en la forma más diplomática posible que uno se ha impuesto esta norma de no tener nada que ver con los cigarrillos. 3.Nunca prender un cigarrillo a nadie, aunque se peque de descortés frente a una mujer. En realidad para el antiguo fumador que abandonó su hábito prender un cigarrillo es un acto de agresividad contra su prójimo, al que se le está provocando una enfermedad o una muerte precoz. 4.No se deben tener ceniceros, ni encendedores en la casa, ni en el lugar de trabajo. Si algún invitado quiere fumar se le alcanzará algún cenicero que está guardado para evitar que ensucie todo. 5.Nunca regalar cigarrillos, encendedores o adminículos vinculados al hábito de fumar. A partir del tercer mes el riesgo de reincidencia es menor, pero todavía es significativo hasta completar el primer año, superado ese lapso se considera que la adicción ha sido superada. Para finalizar referiré lo que dijo un educador en Salud Pública recientemente: "No hay nada que ayude tanto a dejar de fumar, como la fuerza de voluntad y un poquito de sangre en la expectoración". A partir de este momento considerese a si mismo como un ex-fumador, si Dios lo permite, lo será por el resto de su vida. "Si no puedes hacer lo que quieres, debes querer lo que haces".
Esteban Delisio (Gracias a Bamboche y a Josh, motivos de mi vida y existencia plena). |