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Temas de Salud.

Temas de Adicciones.

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Diseñó:
Esteban Delisio
2.001

 

 

 

 

 

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE ADICCIÓN

Todas las adicciones son diagnosticables ya que sus síntomas pueden

ser reconocidos y descritos. Sin embargo, generalmente es difícil y

costoso que una persona acepte que tiene un problema de adicción;

por eso lo mejor es dejar que la adicción sea 'autodiagnosticada'.

Lamentablemente, el adicto suele ser el último en enterarse de su

propio problema, debido a un mecanismo de defensa denominado

'negación'.

Según recomienda el Dr. Arnold M. Washton en su libro 'Querer No es

Poder', publicado por la editorial Paidos en 1991, lo mejor que se

puede hacer -en lugar de poner una etiqueta- es transmitirle a esa

persona reflexiones concretas sobre su conducta y sobre el modo en

que ésta le afecta a uno.

 

LOS CUATRO SIGNOS (SÍNTOMAS) CARDINALES DE LA ADICCIÓN

SON:

 

 

OBSESIÓN

La conducta adictiva es, por lo general, apremiante y obsesiva.

Cuando se es adicto a menudo no se puede pensar en otra cosa que

no sea la droga, el modo de conseguirla, la forma de administrarla,

etc. En general, la adicción es vivida como una obsesión que dirigirá

gran parte de su tiempo, su energía y su atención.

El estilo de vida se vuelve monótono y 'unimodal': todo gira en torno

a la adicción, y el resto de personas, cosas, intereses,

obligaciones,... pasa a un plano secundario.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS

Lo que hace que una adicción sea una adicción nociva es que se

vuelve en contra de uno mismo y de los demás. Al principio se

obtiene cierta gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero

más temprano que tarde su conducta empieza a tener

consecuencias negativas en su vida.

Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras

compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre,

desolación y multitud de problemas a medio plazo.

Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones afectan a

muchos aspectos diferentes de la vida de una persona. Los más

importantes son:

Relaciones: La relación con la familia, amigos o pareja se

altera, aparecen discusiones frecuentes, desinterés sexual, la

comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza,

alejamiento, etc.

Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción suele

restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o

recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor

productividad, deterioro de la calidad del trabajo o pérdida del

propio trabajo.

Economía: Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las

drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se

agotan y suele aparecer el endeudamiento. A veces para

poder sufragar los gastos de la adicción se ve obligado a

recurrir a actividades ilegales.

Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una amplia gama

de trastornos psicológicos, como estados de ánimo negativos

e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e

intensos sentimientos de culpa.

Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto casi

más importante que ninguna otra cosa, los adictos se vuelven

egoistas y egocéntricos: no les importa nadie más que ellos

mismos.

Salud Física: La adicción suele conllevar la aparición de

multitud de síntomas físicos incluyendo trastornos del apetito,

úlcera, insomnio, fatiga, más los trastornos físicos y

enfermedades provocadas por cada sustancia en particular.

FALTA DE CONTROL

El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de

controlarla, la voluntad resulta insuficiente. La sustancia o actividad

en cuestión controla a la persona, en lugar de ser al contrario. La

falsa percepción de autocontrol es uno de los grandes paradigmas

para entender las adicciones. Los drogodependientes creen que

pueden controlar la droga: la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc.

sin embargo nada hay más equivocado que esta creencia.

Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las drogas es

una ingenuidad, y más aún cuando ya existen antecedentes de

consumo. Si para las personas abstemias resulta difícil controlar la

ingestión de alcohol, para las personas que tienen una historia de

consumo y/o abuso de alcohol resulta muy difícil parar, decir no o

evitar una situación.

NEGACIÓN

A medida que los adictos empiezan a acumular problemas (en el

trabajo, hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar

dos cosas:

Que la droga o actividad en cuestión constituya un

problema que no pueden controlar

Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna

conexión con el uso de la droga o actividad.

Como la negación es un proceso mental ficticio, negar la propia

adicción o sus consecuencias significa, literalmente, estar fuera de

contacto con la realidad.

La negación asume muchas formas:

Negar terminantemente: 'No, yo no tengo ningún

problema'.

Minimizar: 'No es tan grave'.

Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a abordarlo

o desviar la atención a otro tema).

Culpar a otros: 'Quién no haría esto en mi situación'.

Racionalizar: 'Lo mío no es tan grave', 'Yo no estoy tan

enganchado'.

ETAPAS EN EL PROCESO DE ADICCIÓN

Las drogas, todas las drogas, presentan una doble cara.

Primero aparecen con la imagen positiva, favorable y que

tanto atrae a jóvenes y mayores. Posteriormente, esa

cara desaparece. Rápidamente las drogas empiezan a

mostrarse tal como son: dolor, problemas, infelicidad y

múltiples trastornos.

En esta dualidad que las drogas presentan reside parte de

la potencial dificultad para evitar que nuevas personas las

consuman y abusen de ellas. Si desde el principio, la cara

imperante fuera la negativa, el atractivo y mística que

rodea el mundo de las drogas desaparecería.

En muchos sentidos el proceso de adicción ha sido

comparado con el de entablar una relación; pero en este

caso se trataría de una relación desdichada. A medida que

atravesamos las sucesivas etapas, el compromiso se

intensifica y el influjo que ejerce sobre el adicto se vuelve

más fuerte.

En función de esta analogía el Dr. Arnold M. Washton en

su libro 'Querer No es Poder' establece cinco etapas en el

proceso de adicción.

1. ENAMORAMIENTO

Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar una marca

grabada. Si este primer contacto ha sido agradable, se produce un

enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la

sustancia o realizar la actividad. Esta percepción distorsionada de la

realidad, sin embargo, emociona, produce euforia o tranquiliza lo que

hace aumentar la probabilidad de que haya una nueva toma u ocasión

para consumir. Se produce un cambio de estado de ánimo que, en

muchos casos, se experimenta a nivel visceral (todo ello causado por

la lógica alteración de la química cerebral) y que genera ese

encandilamiento al igual que uno se enamora de una chica/o.

En el juego, una fuerte ganancia inicial incrementa las probabilidades

de adquirir adicción al juego.

2. LA LUNA DE MIEL

Una vez que el individuo ha aprendido -a través de su familia, de la

sociedad o por experiencia propia- que ciertas actividades o el

consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por arte de

magia lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo, el

paso a la adicción es muy sencillo.

Al haber 'aprendido' en la etapa 1 que es posible obtener cierto alivio

(refuerzo negativo) o placer (refuerzo positivo) a través de la

sustancia o actividad adictiva, la persona puede sentirse impulsado a

borrar los malos sentimientos o dolorosos con algo positivo. La baja

tolerancia a la frustración o la incapacidad para hacer frente a esas

adversidades lleva a la búsqueda de 'soluciones mágicas'; entonces se

busca el recurso químico que facilite el cambio.

Durante la fase de luna de miel, el futuro adicto experimenta todas las

gratificaciones sin ninguna de las consecuencias negativas: siente

que ejerce control, que la actividad es inofensiva y que él la merece.

Puede sentirse mejor instantáneamente y disfrutar la sensación de

olvidarse de todo. Pero de lo que no se da cuenta es de que ninguna

relación basada en el engaño y la fantasía puede funcionar bien a

largo plazo.

3. TRAICIÓN

Sin embargo, lo que uno vislumbra durante la luna de miel no es lo que

en realidad obtiene. Con el paso del tiempo, es traicionado. Así,

además del deterioro sufrido en las principales esferas de su vida, es

muy probable que el adicto esté haciendo cosas que normalmente no

haría, para matener su adicción (robar, participar en otras actividades

ilícitas). Los paraísos artificiales que se le prometían en la fase

anterior se tornan en oscuros callejones repletos de trampas. La

traición es real y el declive comienza.

4. EN LA RUINA

Ahora el adicto debe consumir cada vez más para evitar que los

crecientes sentimientos y estados de ánimo negativos profundicen en

su conciencia y para tratar de mantener los efectos positivos que

cada vez son menores. Está desarrollando tolerancia y tiene que

consumir no para obtener placer o alivio sino para evitar el malestar

asociado al síndrome de abstinencia. La dependencia física creada

químicamente por la acción de la sustancia sobre el sistema nervioso

tiene apresado al individuo. Psicológicamente, la estrategia de

afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose con lo

cual, los problemas lejos de resolverse se acrecientan aún más.

5. APRISIONADOS

Con el tiempo, el adicto llega a un estado de desesperación en su

relación con la sustancia o actividad adictiva, dejando de lado todo lo

demás. Se comporta de manera cada vez más impulsiva e

incontrolada, preso de su adicción. Esta etapa de la relación adictiva

es un descenso a la desesperación y la destrucción personal. El

servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral tiende a

autoperpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga. El

retorno, no obstante existe, aunque sea un proceso también duro y

difícil.

CONSECUENCIAS DEL USO DE DROGAS

El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un problema de

salud pública muy importante. Los riesgos y daños asociados al

consumo varían para cada sustancia. Además, es necesario tener en

cuenta las variables personales como el grado de conocimiento o

experiencia del usuario, su motivación, etc. y las propiedades

específicas de cada droga así como la influencia de los elementos

adulterantes.

Estas consecuencias son muy diversas y pueden agruparse en dos

grandes grupos:

 

SEGÚN EL TIPO

1.SALUD: el consumo de drogas origina o interviene en la aparición de diversas

enfermedades, daños, perjuicios y problemas orgánico y psicológicos.

Por ejemplo: Hepatitis, Cirrosis, Trastornos cardiovascuolares, Depresión,

Psicosis, Paraonia, etc.

2.SOCIAL: los adictos a drogas, con frecuencia se ven envueltos en agresiones,

desorden público, conflictos raciales, marginación,...

3.ECONOMIA: dado el ingente volumen de dinero que mueve el mercado de las

drogas y el narcotráfico, tanto los consumidores como los países contraen

importantes deudas; se crean bandas organizadas; se produce desestabilización

económica nacional, etc.

SEGÚN EL NIVEL

1.INDIVIDUAL: son los daños experimentados por el propio consumidor de

drogas.

2.COMUNIDAD: el consumo de drogas genera multitud de consecuencias

negativas para la familia del drogodependiente, sobre los amigos, los

vecinos,...

3.SOCIEDAD: en la sociedad produce efectos sobre la estructura y organización

de la misma (aumento de las demandas en los servicios de salud, incremento

de la inseguridad ciudadana por delitos contra la propiedad, presencia del

crimen organizado a través de las redes de narcotraficantes).

 

CÓMO AFECTAS LAS DROGAS AL CEREBRO

Las drogas, introducidas en nuestro cuerpo por diferentes vías, llegan

alojadas en el torrente sanguíneo hasta el cerebro atravesando la

barrera hematoencefálica. Una vez han llegado al cerebro, lugar donde

reside el control de las funciones superiores del ser humano, alteran

su normal funcionamiento actuando sobre unas sustancias bioquímicas

naturales llamadas 'Neurotransmisores'.

Las señales nerviosas viajan a través de las células nerviosas,

denominadas neuronas, que están conectadas entre sí por las

sinapsis. En la sinapsis es donde se liberan los neurotransmisores, que

actúan sobre la siguiente neurona en unos puntos específicos

llamados receptores. La interacción de los neurotransmisores en los

receptores produce una serie de cambios que permiten que la

infomación vaya de una neurona a otra.

Las drogas alteran el funcionamiento cerebral modificando la

producción, la liberación o la degradación de los neurotransmisores

cerebrales de tal forma que se produce una modificación del proceso

natural de intercomunicación neuronal y en la producción y

recaptación de los neurotransmisores.

De esta forma es como las drogas logran alterar nuestra percepción

sensorial, la sensación de dolor o bienestar, los ritmos de

sueño-vigilia, la activación, etc. Estos cambios bioquímicos que se

producen en el seno del cerebro se tratan con medicación con el

objeto de restablecer el equilibrio natural y permitir el normal

funcionamiento de nuestro sistema neurológico.

¿QUÉ HACER EN CASO DE URGENCIAS POR USO DE DROGAS?

 

Avisar inmediantamente a un médico, quien decidirá las medidas que

hay que tomar y administrará, eventualmente un tratamiento.

Hay que informarle, lo más exactamente posible, acerca del producto

o sustancia ingerida/fumada/inyectada (en todos estos casos está

garantizado el secreto profesional).

 

 

En caso de SOBREDOSIS de opio, heroína, morfina, barbitúricos

u otros medicamentos

Mientras se espera la llegada del médico:

1.Si el sujeto aún respira bien y tiene buen pulso, pero está

inconsciente o comatoso:

- No darle nada de beber,

- No tenderlo de espaldas, sino volverlo de costado para que, si

vomita, no se ahogue;

2.Si el sujeto se vuelve azul, tiene dificultad para respirar o

ya no respira:

- Proceder inmediatamente a la respiración artificial, boca a

boca, porque en caso de paro respiratorio, la muerte sobreviene

en unos minutos. Para ello, volver totalmente la cabeza hacía

atrás, cerrar la nariz, soplar en la boca a intervalos, unas 15

veces por minuto, hasta la llegada del médico o de la

ambulancia, o bien, hasta que se reanude normalmente la

respiración.

En caso de un 'mal viaje' debido al LSD

o al haschis

Si el individuo comienza a sentirse muy angustiado, perseguido o

aterrado:

1.Mostrarse muy amable con él, tranquilizarlo, tratar de hacerlo

'volver'.

2.Colocarlo en un ambiente tranquilo y pacífico, rodearlo de

afecto.

3.Evitar toda broma de mal gusto que le pueda angustiar todavía

más.

4.Evitar todo gesto que pudiera ser interpretado como una

amenaza; quedarse con él, nunca dejarle solo, y si la agitación,

la angustia, el delirio o el pánico persisten, avisar a un médico.

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